viernes, 2 de noviembre de 2012

Free Banner Maker
Un día, Adrián iba caminando por la calle junto a su madre cuando empezó a escuchar a alguien llorar. Miró dentro de un cubo y vio que había un botella llorando.
- Hola, botella, ¿como te llamas? Y, ¿por qué lloras?
 - Hola. Me llamo Botellín y lloro porque me han dejado aquí tirado en el suelo y no me podré reciclar.
- Bueno, no llores -dijeron Adrián y su madre- te ayudaremos a llegar donde tengas que ir
- ¿Sí? -dijo Botellín muy alegre- No me lo puedo creer. ¡Qué bien! Menos mal que alguien me ayuda. Pues veréis, me tenéis que llevar a un contenedor que es mi casa.
     - Y, ¿cómo es ese contenedor Botellín?
      - Pues es verde y redondo y allí me recogerán para poder reciclarme y   poder convertirme en un bonito jarrón o un fantástico vaso.
- Bueno-dijo la mamá de Adrián- métete aquí en mi bolso que te acercamos.
   Botellín, de un brinco, saltó al interior
del bolso de la mama de Adrián y 
contentos pasearon por la ciudad  en busca
 del contenedor.
 Cuando iban a cruzar una carretera volvieron a
 escuchar un lamento. Adrián tropezó con un
 cuaderno roto y manchado.
       - ¿Por qué lloras, cuaderno?
        - Hola, me llamo Libritina y lloro porque estoy aquí tirada en el suelo y no voy a poder reciclarme jamás.
- No llores. Mi mamá y yo estamos buscando un contenedor de reciclaje para nuestro amigo Botellín. Si nos dices cuál es tu contenedor te podemos llevar a ti también.
- ¡Estupendo! ¿Haríais eso por mi?
- Claro, hay que reciclar mujer.
- Pues bien, mira mi casa es azul. Allí es donde podrán recogerme para reciclarme y poder convertirme en un bonito libro o un periódico.
- Vale, no te preocupes. -dijo la mamá de Adrián- Ven con nosotros que te ayudaremos a llegar a tu casa.
Entonces Libretina saltó y se metió en el interior del bolso de la mamá de Adrián para llegar a los contenedores de reciclaje. Siguieron andando por la calle bien contentos de poder ayudar a sus nuevos amigos cuando Adrián volvió a tropezar con una bolsa de plástico rota.
- ¡Perdona , perdona! – gritó la bolsa- Sé que este no es mi sitio, pero me han tirado aquí y ahora, además de poder provocar un accidente, no voy a poder reciclarme, con lo que me gustaría poder convertirme en un bonito banco de jardín o una valla del parque.
- Y, ¿cuál es tu nombre? – preguntó Adrián.
- Mi nombre es Plasticor.
- Bueno, Plasticor, llevamos a unos amigos a reciclar. Si te quieres venir con nosotros y nos indicas cómo es tu casa, podríamos llevarte a ti también.
- Eso sería estupendo. Veréis, mi casa es amarilla y sé que no muy lejos de aquí. Yo os podré guiar.
Adrián se agachó a recoger a Plasticor del suelo cuando unos niños sucios que pasaban por allí empezaron a reírse de él.
- Mira ese niño. Le podemos llamar "el basurillas" porque va recogiendo toda la basura del suelo.
- ¡Sí! Es un basurero, ¿verdad, Pepito?
Los dos se rieron  y su madre, que estaba disgustada de ver la actitud de los niños, se acerco
- ¡Oye! No es un basurilla. Adrián está haciendo un trabajo muy importante para el planeta que es reciclar.
- ¿Reciclar? ¡Vaya tontería! Da igual que la basura esté tirada en el suelo.
- De eso nada. -Les dijo Adrián- Si todos contaminamos las calles como vosotros y nadie lleva la basura a sus contenedores, el mundo se volverá un sitio sucio, feo y que huele mal, se convertirá en un basurero enorme. ¿Tú quieres vivir en un basurero?
- Pues, no, ¡claro que no!
- Pues si no quieres que el mundo se vuelva un sitio apestoso y sucio, vas a tener que reciclar, llevar cada cosa a su lugar.
- Tienes razón. A mí no me gustaría que todo estuviese manchado y maloliente.
- Pues ayúdanos a reciclar, verás como es divertido.
Adrián, su mamá y los otros dos niños llegaron al contenedor todos juntos, y cada uno sacó del interior del bolso de su madre todos los objetos que había que reciclar. Así, Antoñito metió la bolsa de plástico al contenedor amarillo.
- ¡Gracias, chicos! - Gritaba Plasticor, mientras caía al interior.
Pepito metió a Libritina al contenedor azul.
- ¡Muchísimas gracias a todos!
Y Adrián tiró a Botellín al contenedor verde.
- Bueno, Botellín, espero que finalmente seas feliz cuando te reciclen y te conviertas en un bonito jarrón como te gustaría.
- ¡Ójala! Pero esto solo sucederá si gente como tú está dispuesta a colaborar y nos ayuda a llegar a la meta. Así que gracias a todos y espero verte dentro de poco en algún mercado cuando sea por fin un bonito florero.
- ¡Adiós, Botellín! ¡Que seas feliz!
Y tiró a Botellín al interior del contenedor verde.
José Luis Berenguer

Free Banner Maker

Existen una cantidad de productos que no son biodegradables, especificamente de origen plastico, como las bolsas, los envases de refresco, etc. y esos son los peores. Poco a poco el planeta se va llenando cada vez mas de esos contaminantes que si no se reciclan adecuadamente van contaminando todo el espacio en donde se confinan, bloqueando las capas superficiales de la tierra y evitando que se reintegren nuevamente a la naturaleza aun en periodos muy largos de tiempo. Imagina los mares, los rios, las playas y los bosques del mundo entero tapizados con bolsas de plastico, envases desechables, botellas de plastico y seguir viendo ese espectaculo por cientos de años.

El reciclaje es un proceso industrial o artesanal en el cual los materiales recirculan por un ciclo.
Para reciclar se utiliza como materia prima un producto ya usado. De esta forma el papel vuelve a ser papel, el vidrio vuelve a ser vidrio y así con muchos materiales como los plásticos, aluminios y restos vegetales.
Si no reciclamos, la materia prima para generar nuevos objetos se pierde y termina acumulada por cientos de años en el medio ambiente, incluso también se pierde la energía utilizada para la fabricación de los objetos.
En cambio, cuando reciclas estás ayudando al medio ambiente de tres formas: (1) Ahorrando materia prima para producir nuevos objetos; (2) Ahorrando la energía utilizada para producir más objetos y (3) también diminuyendo tú propia producción de basura.
¿Sabias qué?:
  • Un 70% de toda la basura que produces puede ser reciclada.
  • Al reciclar una lata de aluminio estás ahorrando 90% de la energía necesaria para producir otra lata.
  • Para fabricar el papel de los cuadernos mueren muchos árboles que pueden liberar oxígeno a la atmósfera. En cambio, si reciclas el papel estás salvando la vida a miles de árboles.

     

Consecuencias negativas de no reciclar las pilas

Para imaginar la magnitud de la contaminación de estas pilas, basta con saber que son las causantes del 93% del Mercurio en la basura domestica, asi como del 47% del Zinc, del 48% del Cadmio, del 22 % del Niquel, entre otros metales pesados.
Solo para poner un ejemplo veamos como afecta el mercurio, en alto exposicion, a la salud de las personas:
  • Aguda: Dermatitis, ulceraciones de conjuntiva y cornea (ceguera), en forma oral colapso del aparato digestivo mortal en horas, insuficiencia renal.
  • Subagudas: Alucinaciones, diarreas, hemorragias, excitabilidad, las alteraciones por contacto vía oral, mientras que por contacto dérmico: trastornos mentales, insomnio, fenómenos vinculares periféricos, trastornos sensoriales en las extremidades, acrodia infantil (enfermedad rosa).
  • Crónica: Todas las alteraciones más delirio y psicosis maníaco depresiva. En exposiciones continuas pero en bajas dosis, en forma crónica: debilidad, anorexia, pérdida de peso, insomnio, diarrea, pérdida de dientes, gingivitis (inflamación de encías), irritabilidad, temblores musculares suaves, y sacudidas repentinas, sialorrea (salivación profunda).